viernes, 29 de diciembre de 2017

EDUCANDO EMOCIONES: La conducta negativista u oposicionista desafiante

Encontrar en las aulas escolares niños con conductas diferentes es muy común ya que cada comportamiento varia según los nucleos familiares, los niños que más despiertan nuestra atención son los que tienen reacciones violentas con sus compañeros de clase y durante el desarrollo de las actividades escolares dentro del aula. Algunos padres, familiares o representantes de los niños incrementan las reacciones violentas porque piensan que es la forma para hacerse respetar.




No me extrañaría que se apliquen las mismas normas en casa para conquistar el respeto para ello se debe gritar más fuerte, usar palabras soeces, tirar cosas, el irrespeto a la autoridad, en fin …
Las reacciones violentas desencadenan una serie de comportamientos que afectan el entorno familiar en el que los más pequeños asimilan como correcto este comportamiento y lo aplican tempranamente en el inicio de sus actividades escolares ya que es la escuela el primer núcleo de desarrollo social, para algunos. De ahí que cada vez encontramos casos de Bullying.

Según el manual de psicología DSMIV considera dentro de los trastornos negativista desafiante (313.81) a  un comportamiento hostil y desafiante que dura por lo menos 6 meses, estando presentes cuatro o mas de los siguientes criterios para el diagnóstico del (F91.3):
  •  Se encoleriza e incurre en pataletas
  •  Discute con adultos.
  •  Desafia activamente a los adultos o rehusa cumplir sus obligaciones
  •  Molesta deliberadamente a otra persona
  •  Acusa a otros de sus errores o mal comportamiento
  •  Es susceptible  fácilmente molestado por otros
  •  Es colérico y resentido
  •  Es rencoroso o vengativo 

Consecuencia en los casos de escolares con estas características:
De no corregirse aportunamente este trastorno provoca deterioro clínicamente significativo en la actividad social, académica o laboral desbocando en:
  • Victimización
  • Rechazo de los compañeros o adultos
  • Incremento de las conductas inapropiadas con cristalización de las mismas (quedan  incorporadas al patrón o repertorio de conductas)
  • Fracaso escolar y el riesgo de abandono escolar
  • Tabaquismo a edad más temprana
  • Consumo de alcohol a edad más temprana
  • Consumo de drogas
  • Actividad sexual de riesgo o a edad más temprana
  • Desajustes familiares, estrés familiar.

En los niños adecuadamente tratados puede lograrse remisión de muchas de sus manifestaciones y un funcionamiento general más apropiado.

Tratamiento:
FARMACOLÓGICO: El tratamiento con psicoestimulantes puede disminuir las manifestaciones violentas. Es recomendable consultar con un médico neurólogo o un psiquiatra (Hospital de Neurociencias Lorenzo Ponce-Guayaquil).

NO FARMACOLÓGICO:  
  • EL Entrenamiento parental a fin de ayudarles a ser más positivos, adquirir estilo de disciplina apropiada y evitar los patrones punitivos de corrección (que pueden reforzar las conductas negativas, especialmente las respuestas agresivas). 
  • Ayudar a establecer normas y límites que sean lógicos y consistentes, resolución de problemas o situaciones conflictivas, manejo del enojo para evitar la agresión o las conductas hostiles, aprender a premiar y castigar, etc.
  • Terapia en el manejo de la conducta entre los adultos en el núcleo familiar, especialmente entre el padre y la madre e intervenciones múltiples en situaciones de la vida diaria.
  • Entrenamiento para la expresión apropiada del enojo y la frustración através de ejercicio físico, yoga o alguna actividad artística.
  • Entrenamiento a los profesores para manejo del aula y control conductual por medio de actividades lúdicas y recreativas.



La meta es lograr el control de las respuestas agresivas, el ajuste a las normas y límites, desarrollo social positivo y apropiado desarrollo del lenguaje (especialmente en la expresión de emociones y sentimientos).
BIBLIOGRAFÍA