Tratando de continuar con un maravilloso principio que su autora compartió con la humanidad y del que ahora "algunos" pretenden hacer un medio de lucro. Con sus pros y sus contras, pero siempre proponiendo una metodología desde finales del siglo XIX y principios del XX, la magistral educadora defensora de que el niño por sí mismo desarrolle, mediante sus capacidades, su propio material adecuado para el aprendizaje; he ahí que se valía de un objeto que el niño encontraba en su entorno, manteniendo su libertad, su espontaneidad, su interés en lo que él había concebido en su mente, quizá durante sus sueños.
- Lo que más se destaca son los principios que dan lugar a su metodología de enseñanza, los que entrega a los padres como mandamientos:
- Recuerda siempre que los niños aprenden de lo que les rodea. Sé su mejor modelo.
- Si criticas mucho a tu hijo (a), lo primero que aprenderá será a juzgar.
- Si lo (la) elogias con regularidad, aprenderá a valorar.
- Si muestras hostilidad, aprenderá a pelear.
- Si lo (la) ridiculizas, será una persona tímida.
- Ayúdalo (a) a sentirse seguro en cada instante.
- Si lo (la) desprecias, desarrollará sentimientos de culpa.
- Acepta sus ideas y opiniones, así se sentirá bien con él (ella) mismo (a).
- Si se siente cuidado, integrado, amado y necesario, aprenderá a encontrar amor en el mundo.
- No hables mal de tu hijo(a).
- Valora siempre lo bueno del niño (a) de tal forma que no haya lugar para lo malo.
- Escucha siempre a tu hijo (a) y respóndele cuando se acerque con una pregunta o comentario.
- Respeta a tu hijo (a) aunque haya cometido un error.
- Estar siempre dispuesto a ayudar cuando te busque.
- Cuando te dirijas a tu hijo (a) hazlo siempre de la mejor manera.
- Fuente: HACER CLICK