El proceso de escritura no es igual en todos los países, aunque en Latinoamérica se rigen por un sistema similar que, desde el nivel inicial, es decir, a partir de los 3 años, se presentan fichas de palabras e imágenes que se encuentran a su alrededor. Se empieza el desarrollo de su motricidad fina que tiene que ver con sus manos y dedos. Para el fortalecimiento de estos miembros vitales para el agarre del lápiz y otros elementos que le permitirán colorear y, finalmente, escribir, es necesario empezar con el modelado.
El desarrollo del moldeado debe tomar su tiempo, hasta que se evidencie una destreza desarrollada en la práctica en distintas masas, me refiero a texturas y colores. Si sentimos presión por introducir el alfabeto, deberíamos empezar con el moldeado de vocales y consonantes para llegar a las palabras. Es importante que los estudiantes conozcan la existencia de distintos tipos de masas y sus utilidades.
Desde mi punto de vista, se debe trabajar en estas técnicas por trimestre, haciendo énfasis en las vocales y consonantes, para llegar a la última etapa, que es colorear. Para colorear, los niños empezarán con los dedos; es importante utilizar material que no sea tóxico. En este momento del aprendizaje, los estudiantes deben tener conocimiento de colores básicos y sus derivados al mezclarlos. Al final del fortalecimiento de su motricidad fina, introduciremos el manejo del crayón, ya que los niños deben trabajar en el agarre del instrumento.